Cuidar a una persona con movilidad reducida implica mucho más que asistencia física. Cuando además existen comorbilidades como problemas circulatorios, diabetes o sobrepeso, el nivel de atención y las adaptaciones del hogar deben ser más específicas, seguras y efectivas.
Una cama articulada no solo mejora el descanso, sino que también favorece la circulación, reduce riesgos de caída y facilita los cuidados diarios. En este artículo descubrirás por qué es la opción ideal en estos casos y cómo puedes acceder a una solución temporal o permanente sin complicaciones a través de CUIDAMA
La movilidad comienza por un entorno adaptado,
no solo por el esfuerzo del cuerpo.
¿Quién necesita una cama articulada?
Personas con movilidad reducida por edad avanzada, accidentes o enfermedades degenerativas.
Pacientes con comorbilidades como:
- Problemas circulatorios (insuficiencia venosa, linfedema, trombosis venosa).
- Obesidad o sobrepeso.
- Diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardíacas.
- Usuarios que requieren posturas específicas durante el día o la noche, recomendadas por el personal médico o fisioterapeuta.
Ventajas de usar una cama articulada en casa con estos casos:
1. Mejora la circulación sanguínea
Las camas articuladas permiten elevar las piernas, algo fundamental en pacientes con insuficiencia venosa, edemas o riesgo de trombosis. Esta posición favorece el retorno venoso y previene complicaciones.
2. Facilita los cambios posturales
Poder inclinar el respaldo o elevar las extremidades con solo pulsar un botón reduce la necesidad de fuerza física por parte del cuidador y previene rigidez, escaras y dolor articular.
3. Reduce el riesgo de caídas y lesiones
Al ajustar la altura total de la cama, el paciente puede levantarse de forma más segura, y el cuidador puede asistirlo sin tener que inclinarse demasiado, lo que previene lesiones de espalda.
4. Ofrece estabilidad y soporte en personas con peso elevado
Las camas reforzadas están diseñadas para soportar más carga que una cama tradicional. Están fabricadas con materiales resistentes que ofrecen confianza y seguridad tanto al paciente como al entorno familiar.
5. Permite una atención más digna y eficiente
Aseo, cambio de ropa, administración de tratamientos… todo se vuelve más ágil cuando el paciente está en una posición cómoda y controlada. Y eso, a nivel emocional, también se traduce en bienestar.
La cama reforzada tiene una estructura más sólida, mayor capacidad de carga y componentes más robustos.
Una solución accesible y sin compromiso: es el alquiler temporal.
Muchas familias no necesitan una cama de estas características de forma permanente. En CUIDAMA lo sabemos, por eso ofrecemos el alquiler de camas articuladas por el tiempo que realmente se necesita: semanas o meses.
➡️ Descubre nuestro servicio de alquiler de camas reforzadas para personas con movilidad reducida
¿Qué incluye nuestro servicio?
Asesoramiento personalizado
Transporte e instalación profesional
Modelos eléctricos, silenciosos y compactos
Limpieza y mantenimiento garantizado
Recogida al finalizar el servicio